Esta nueva investigación, a cargo de un equipo de físicos de la Universidad de Harvard (EEUU), ha sido un éxito gracias a la red de fibra óptica ya existente en el área de Boston, lo que abre una nueva vía para conexiones extremadamente seguras con fotones -partículas de luz superpuestas entre distintos estados cuánticos- entre ordenadores sin necesidad de desarrollar una infraestructura específica.